Lo que pienso con su cara entre mis manos

morena caballero
2 min readJun 18, 2024

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Entro a mi pieza y lo primero que hago es sentarme en la cama y sacarme las zapatillas. El ambiente está helado, el silencio me apaña. Le cuento a una amiga lo que pasó ayer y me dice que le parece una locura que después de tantos años aún hayan cosas por hacer por primera vez. Yo creo que el tiempo pasa y que cada año es como el anterior, aunque no sean para nada lo mismo. Desde que cumplí veinte no siento la necesidad de rellenar el vacío, sólo lo describo: está ahí intacto, es parte de mí y, dentro de esta incertidumbre insoportable, la única certeza que conservo es que estará para siempre. Empecé a escribir el día en que me miré al espejo y no ví a nadie. Eliminar mi espacio inhabitado significa que todo está completo, y en ese caso, la literatura se vuelve un estorbo más que un albergue.

Sin embargo, ahora es domingo. Sin querer nos pusimos la misma ropa y la ternura me perfora el alma. Fuma en la ventana y me mira. Me doy cuenta que sus ojos me hacen sentir hermosa. Podría ser cualquier persona pero en este momento soy sólo yo, no debo ser nadie más adelante de él. Hace tiempo no me siento tan tranquila, tan llena, tan bella. Giro y giro y me siento hermosa, casi me lo creo con total seguridad. Escuchamos mi álbum favorito desnudos en la cama. Me encantaría enmarcarnos: su brazo derecho debajo de mi cuello, besándolo de forma insoportable sin que él emita queja. Sabe que lo miro con intención, que le prometo con la mirada volverlo poesía. Porque tenerlo entre la palma de mis manos significa que puedo atravesar los vacíos necesarios para lograrlo.

Su cabeza se recuesta en mi pecho y yo pienso: ¿soñará conmigo esta noche? Deambulo despierta mientras su respiración sopla suave en mi cuello. Quizás no fantasee conmigo pero tener su cuerpo tan relajado al lado me hace entender que estoy llena de privilegios, es un diamante hermoso que sólo yo puedo observar. Desde que lo conozco tengo la misma impresión: todo va a salir bien. Se puede caer el cielo encima nuestro y sé que sus brazos servirán de refugio, porque lleva consigo los rasgos de nuestro hogar.

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